Aunque uno suele ser más común que el otro, hay que saber distinguir cuándo tenemos un resfriado y cuando una gripe que, aunque parecidos, tienen grandes diferencias.
Ambos procesos están causados por un virus, aunque actúan de manera diferente. Ambas traen consigo congestión o tos, así como malestar general, pero la principal diferencia entre ambas es que el catarro no produce fiebre elevada, mientras que con la gripe sí, además de dolores de cabeza, fiebre, debilidad, etc.
Gripe
Suele contagiarse si alguien que ya tiene gripe estornuda o tose a nuestro lado. El virus se contagia a través de las gotitas que salen de nuestra boca cuando hacemos alguna de estas dos cosas. Es recomendable lavarse las manos y usar pañuelos de papel.
La enfermedad suele durar una media de 5 o 7 días.
Los síntomas de la gripe son dolor de cabeza, fiebre alta, dolor de garganta, dolores musculares, debilidad, cansancio…
El tratamiento a seguir en estos casos tiene como objetivo reducir la fiebre y aliviar el malestar general. No son necesarios los antibióticos a no ser que haya infección de oídos o garganta a consecuencia del virus. Los médicos aconsejas reposo en la cama y mucha hidratación.
Resfriado
Existen más de 200 virus que provocan el resfriado. Su duración es de máximo una semana.
Los síntomas más comunes son tos, congestión nasal y estornudos, que puede ir acompañado de dolor de garganta, pero mucho más leves que los de una gripe.
Los medicamentos para el resfriado no curan la enfermedad, solo alivian los síntomas. Por eso, muchas personas tienden a acudir a remedios naturales, como infusiones. Ya hay en el mercado algunas mezclas de plantas medicinales destinadas a aliviar la congestión nasal, el síntoma más común del resfriado, como Helps Respir.